Contrato ¿Te asusta la palabra «con-trato»?

Antes de a hablar de la elaboración y revisión de un contrato, te invito a que te preguntes lo siguiente:

¿Le tienes miedo a los acuerdos escritos? ¿Has pensado por qué?, ¿Te asusta comprometerte? ¿Temes perder una amistad por sugerir la firma de un contrato y por eso no lo propones? ¿Será que no tenerlo puede llevar a que se pierda más fácilmente esa amistad? Te ha pasado que, por no dejar un contrato escrito con tus amistades, socios o clientes, tras un disgusto ¿no puedes reclamar tus derechos y debes resignarte a perderlos y a perder tu inversión?.

¿Qué es un contrato?

Es un trato, un pacto entre dos o más partes, en el que se refleja la voluntad de estas y los acuerdos a los que previamente han llegado. Debe ser un gana-gana, situación que solo cada parte puede determinar con base en sus intereses y proyecciones; tan válidas todas si partimos de la base de que han sido acordadas por ellas.

La elaboración o revisión de un determinado tipo de contrato (licencia, cesión, prestación de servicios, entre otros) dependerá siempre de la negociación entre las partes porque es esa voluntad, la que te permitirá identificar cuál es la modalidad aplicable; dado el gran abanico de posibilidades.

Algunas causas por las que no se tiene un contrato escrito

Con la experiencia he notado que algunas de las causas por las que las personas no encargan la elaboración o revisión de un contrato pueden ser:

Desconocimiento sobre la necesidad de un contrato

Suele ocurrir que cuando se encarga una obra (ilustración, diseño, etc.) para que la cesión de los derechos patrimoniales recaiga sobre la persona que está contratando (si acaso ese es su interés), la normativa exige que exista un contrato escrito. La inexistencia de este contrato hará que sea mucho mas largo el proceso para demostrar ante un juez que se estaba en el marco de una relación contractual y que, en consecuencia, opera, o no, la cesión de los derechos patrimoniales.

En este sentido, conocer cuáles son los requisitos legales exigidos para garantizar que se ha realizado la transferencia de los derechos patrimoniales en favor de la persona contratante, encargante o empleadora, son fundamentales para tener certeza sobre los derechos que poseen ambas partes y el uso que, de las creaciones realizadas, podrá hacer cada una de ellas.

El contrato como la última inversión

Muchas personas consideran que, ante un presupuesto limitado, es mejor tener un buen producto y una estrategia de marketing excepcional, para luego, si acaso, preocuparse por dejar los acuerdos por escrito sobre lo que pase con el producto y con los socios, lo cual es un grave error.

Como ya se anticipaba en las preguntas planteadas al inicio, no contar con un contrato escrito conllevará a que, una vez el producto o servicio esté alcanzado el éxito, será mucho más difícil negociar las condiciones sobre la participación que tiene cada uno en él, derechos y obligaciones, causales de incumpliendo, entre otras; y que, en últimas, termina disolviéndose o en renuncias injustificadas para evitar “peleas” o “disgustos”, y dejará la sensación y frustración de haber perdido tu energía, recursos, tiempo y dinero, cuando esto se pudo haber evitado con la elaboración o revisión de un contrato.

Por tanto, la elaboración o revisión de un contrato, es una inversión. Sí, hace parte de aquella destinación presupuestal que te permite abarcar un punto más dentro de la lista de chequeo que realizas para llevar tu producto o servicio al mercado, con la seguridad de que las condiciones entre las personas que han participado en su creación, tienen las reglas del juego claras al momento de iniciar su divulgación y comercialización.

Algunos de los aspectos a tener en cuenta en la elaboración o revisión de un contrato:

Definir las partes del contrato, aquellas que tienen la capacidad legal para obligarse (por ejemplo, si es con una persona jurídica, asegúrate que sea el representante legal o a quien este haya otorgado un poder).
Aportes en especie o en dinero (cuando aplique o cuando se puedan determinar desde el inicio).
Obligaciones y derechos de cada una de las partes.
Valores aplicables (depende de cada contrato)
Consecuencias en caso de incumplimiento.
Alternativas de resolución de conflictos.
Ley aplicable en caso de conflicto.

En el siguiente video podrás encontrar algunas recomendaciones a tener en cuenta al momento de elaborar un contrato con otra persona o empresa. Este es un caso dirigido a la industria musical y sus recomendaciones son aplicables a la mayoría de casos.

Tipos de contratos

Existen muchos tipos de contratos y su elaboración o revisión depende de la necesidad de las partes y de las características de la negociación. Algunos de ellos pueden ser:

Contrato entre socios (sociedades de hecho o legalmente constituidas).
Contrato de obra por encargo (diseño, ilustración, composición, audiovisual, entre otras).
Licencia de uso de obra artística o literaria.
Licencia o adquisición de software.
Licencia de sincronización.
Cesión de derechos patrimoniales de autor.
Contrato de management o representación artística.
Contrato de booking.
Contrato de producción fonográfica
Contrato de prestación de servicios artísticos.
Autorización de uso de imagen.
Contrato de cesión de marca.
Licencia de secreto empresarial (comercial o industrial).
Contrato editorial.

Recuerda

Las palabras quedan en la memoria y, lo escrito, en el papel.
Un contrato bien elaborado refleja la voluntad de las partes, lo que ayuda a fortalecer las relaciones comerciales a largo plazo.
Sugerir la firma de un contrato, también es una forma de demostrar respeto por la otra persona.
La adecuada gestión y protección de tus activos intangibles también radica en la elaboración de un buen contrato.